Alguien dijo que si la Mesa de la Ría no existiera habría que inventarla. Este movimiento, que surgió como una necesidad de Huelva, debería de continuar
Sé que en los tiempos que corren no es la mejor carta de presentación, pero precisamente por eso me dirijo a usted, cansado de que los toreros nos hayamos convertido en moneda de cambio política y nuestra imagen sea vilipendiada día tras día en el panorama informativo.